Soundtracks
La música tiene un papel preponderante en mi vida. Camino al trabajo venía escuchando "Seasons End", el primer disco de la era Steve Hogarth de Marillion. La verdad es que después de muchos años aprendí a admirar a este tipo, tal vez enceguecido por la magia de Derek William Dick, Fish. "Brave" es una joya. Pero bueno. Arriba de una micro lenta y destartalada comprobé, una vez más que la vida y mis músicas son verdaderas postales del momento en que vivo. Marillion tiene todo ese aire introspectivo y depresivo, melodías elegantes, un sonido limpio y atmósferas que a veces transportan a otros universos indefinidos, en tiempo y distancia. Después vino Dream Theater y "Scenes from a memory...", el mejor disco. Combina perfectamente metal técnico y baladas cargadas de pasión en dosis muy equilibradas. Pero hay de todo. El metal ochentero me recuerda colegio, fiestas, recitales e intercambios clandestinos de música. El progresivo clásico me recuerda aquellas cá