Mustaine es un Dios

Sabía que no podía fallar. Entendía perfectamente la devoción que genera Megadeth en los chascones chilenos, así como era yo en el pasado. Por lo mismo, el concierto -que podría ser el último de la banda de Dave Mustaine- fue un complemento de vacilones, recuerdos de juventud y poner oreja a la técnica que usa Mustaine y compañía. Fue increible ver el Court Central repleto. Pero repleto, no cabía nadie y afuera -eso lo supe al otro día leyendo la prensa- quinientos giles desesperados que atinaron tarde a comprar la entrada cuando ya estaban agotadas. Recuerdos, la niñez, la juventud y la madurez. Por qué no puedo ser rockero si tengo más de treinta. Siempre me lo pregunto e incluso me lo cuestiono. Prefiero ser un viejo rockanrolero que un viejo amargado, que nunca dejó fluir sus sentimientos musicales. Y había de todo y muchos de la vieja escuela. Más guatones, pelados, con corvata, maletín y hasta con niños y niñas. Sí, que daría por que Daniela, mi dulce e ingeniosa hija, compartiera estos momentos con su padre. ¿Estoy loco? Por favor. Mi viejo también me llevaba a conciertos chico y creo que por eso hoy soy un devoto de la música. La Dany sabe perfectamente que cuando tenga un par de añitos más, que se vaya preparando para que salga con su papá a vacilar buena música. Y ojalá que su mamá no me ponga problemas. Bueno, dejando de lado mis anhelos con mi hija, Dave Mustaine es un Dios. Con varios discos pencas en los últimos años, igual se las arregla para generar una suerte de complicidad a toda prueba con su público. Este es fiel. No falla y aunque Megadeth ya sea una banda muerta -ahora vino sólo con sesionistas- de todas maneras había que verlo. Ahora entiendo por qué motivo esta banda genera tanta devoción. Me parece que la palabra clave es honestidad. Sí, Megadeth tiene lo que Metallica hace rato olvidó: consecuencia y credibilidad. Me encanta Metallica -su época clásica- y rayo con un "Kill 'em All", un "Ride the Lightning" o el "Master of Puppets", el "...and..justice" y hasta el "Black Album" un poco. Pero de Megadeth es casi todo. "Peace sells...", "So far...", para qué hablar del "Rust in...", "Counting to..." y "Youthtanasia". Este concierto me dejó una gran lección. Primero, darme cuenta que el fenómeno Megadeth es mucho más potente que el de muchas bandas. Pero no en términos de asistencia a un concierto. Es el tema de la fidelidad, aquel rito mágico que sólo los rockeros y metaleros de corazón sentimos por nuestros ídolos musicales. Segundo, que me acerco a pasos agigantados a los 40. Tercero, que la música es mi pasión y una de las cosas más sagradas junto a mi Daniela. Y cuarto, que gracias a Dios estuve ahí. Gracias Dave Mustaine. Y gracias James Hetfield por haber despedido a tu amigo de Metallica y darle la oportunidad de crear una banda tan espectacular como Megadeth. Gracias, de verdad mil gracias.

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