De vuelta... y para siempre

Ha pasado mucísimo tiempo desde la última vez que me animé a escribir en esta privada -todavía- tribuna del ciberespacio.
La realidad hoy es distinta, demasiado distinta a cuando dejé de publicar en este blog. Si hasta me encontré con otras herramientas y que mis antiguos posteos habían sido redireccionados a otro lugar. La tecnología, la necesaria tecnología.
Bueno, acá estoy, vivo, con ganas de seguir descubriendo nuevas cosas, con mi familia a sobresaltos, a veces bien, otra no tanto, pero con familia cerca. De profe, con cincuenta chicos que son un caso cada uno en forma individual, planificando, preparando clases, proyectando, leyendo harto, investigando y aprendiendo, que es lo principal.
En realidad, llegó un momento en que me di cuenta que como periodista, considerando lo saturado del mercado, mi futuro no era muy prometedor. La Vero me empujó a que desempolvara el postítulo que alguna vez hice en la UTEM y ya está.
Mi vida hoy transita entre la docencia y el periodismo free-lance. Pero ha pasado de todo. Tener que cambiar mi apariencia, que durante el último tiempo ya era la de un rockero de vuelta pero con mucho conocimiento, y adaptarla a la de un profesor de Castellano. Chaqueta, lentes ópticos, imagen de serio, intelectual, con carácter fuerte, mucho temperamento y sicología para tratar con cursos numerosos. No sé, creo que hasta el momento lo he hecho bien. Todavía me quedan dudas si en el colegio donde estoy todo el mundo sabe que estas son mis primeras armas en la docencia formal. Bueno, mejor que crean que es así. Eso me deja más tranquilo. Si no fuera por esta pausa -forzada, que quede claro- de una semana, hoy el reloj seguiría corriendo contra el tiempo y yo un poco preocupado porque no puedo pasar los contenidos que tengo planificado cuando corresponda. De todos modos, con la pauta de trabajo semanal que mandé está todo OK, aunque tampoco pretendo desaparecer hasta el otro lunes.
De mi experiencia en el preu, mejor no hablo. Todavía espero a que me paguen y del seguro de cesantía, menos. La deuda debe ir en más de un millón.
Sin querer he escogido este día para retomar mis posteos, justo en vísperas de mi cumpleaños 38. ¿Coincidencia? Puede ser, pero tampoco me lo propuse a que fuera así.
Lo de ayer, bueno, lo de ayer ya es parte de la vida, de esas cosas que suceden, que no tienen explicación aparente, pero que están ahí...

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Rojo como "Jaiba"; sólo un buen susto

Pappo: El hombre suburbano que en Chile fue “casi” un desconocido

zapatillas con clavos