A Trick of the Tail y el eterno debate entre el viejo y nuevo Genesis
ADVERTENCIA: Talibanes, fundamentalistas y amargos, abstenerse de odiar.
A propósito de su
último show, el pasado 26 de marzo de 2022, recordamos la edición de A Trick of the
Tail, primer disco sin Peter Gabriel y que marcaría el debut en la voz
principal de Phil Collins. La despedida para siempre de la banda inglesa en el
O2 Arena de Londres no fue cualquier concierto. Entre el público estuvieron
presentes el ex cantante y Richard McPhail, histórico tour manager y
responsable logístico de las giras en el pasado.
Nunca me han gustado los fundamentalismos
de ninguna naturaleza. Me carga en el fútbol, en la religión, en la política, también
en la música y en particular con algunas bandas me incomoda darme cuenta que
determinados fans admiren o desprecien a sus artistas favoritos por un disco,
un puñado de discos, la presencia o ausencia de un cantante o cualquier
integrante.
El querido y viejo Genesis es uno de esos
ejemplos donde amar u odiar es parte del diario vivir, aunque también
represente la forma más simplista de evidenciar falta de argumentos musicales
para explicar por qué la banda con Peter Gabriel era una y por qué con Phil
Collins se transformó en otra con el pasar de los años.
“A Trick of the Tail”, el primer disco de
Genesis sin Gabriel, es justamente eso. Una fuente inagotable de desencuentros
y controversias. ¿Por qué? Situémonos en la siguiente contingencia. Una banda
cualquiera con el estatus de clásico pierde a su cantante, al líder, a ese
elemento fundamental que otorga identidad, presencia y un
sello característico. El alejamiento de Peter Gabriel de Genesis generó eso y
mucho más en 1975.
Critican -y con justo derecho según el
cristal con que se mire- la orientación que impuso Phil Collins a la banda en
registros muy posteriores y no así en sus dos secuelas post Gabriel.
A Trick of the Tail fue el debut oficial
de Phil Collins a cargo de toda la parte vocal. Su salida al mercado confirmaba
hace 48 años que en lo estrictamente musical a la banda le quedaba mucho por
entregar, aunque la exigencia fuera alta.
El verdadero fanático de Genesis y
aquellos que recién se inician en la aventura de descubrir el género progresivo,
tendrán que considerar que A Trick of the Tail no es la obra maestra de la
banda, pero sí un disco importante por marcar un antes y un después de la era
Gabriel. Además, su edición configuró un nuevo line-up para los shows en vivo al reclutar a Bill Bruford para tomar el relevo de Phil Collins en la batería.
Como nunca antes había sucedido, había mucho morbo por saber qué sucedería. Impensablemente vendió cantidades importantes de copias y se transformó en el mayor suceso comercial de Genesis hasta esa fecha. Alcanzó el número 3 en los charts ingleses y el 31 en EE.UU. Vendió más que su antecesor (sirvió además para cancelar 400 mil dólares de deuda tras la partida de Peter Gabriel) y es considerado entre los mejores esfuerzos de la agrupación. Desde mi punto de vista, continuó en una línea “un tanto” más accesible a trabajos anteriores.
Hoy no pretendo recorrerlo tema por tema o
contar las consecuencias que trajo en cuanto a la nueva conformación de su line
up y tour mundial. Sólo dar cuenta de un disco excelentemente logrado, con
canciones de muy buena factura, con interpretaciones a la altura y con cuatro
músicos -el propio Collins, Steve Hackett, Mike Rutherford y Tony Banks-
respondiendo a sus propias autoexigencias. Desde el inicio con “Dance on a
Volcano” hasta “Los Endos”, a Trick of the Tail no pierde cuerpo ni
consistencia. Un disco que por mucho que haya alimentado el morbo de sus
fanáticos, terminó por devolverse cual efecto bumerang. Guste o no, se trata de
un trabajo que encanta y que marca el inicio de una nueva era, con grandes
conciertos, más cambios en la formación, millones de copias vendidas y una
banda con “muuucha” historia, la misma que puso punto final tras el último show
de la gira The Last Domino. Hoy Genesis ya es una leyenda.
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