Las cinco reencarnaciones de Foreigner
Nueva York 1976. Mick Jones y Ian McDonald, dos músicos ingleses, uno ex Spooky Tooth y otro ex King Crimson, se unen a Lou Gramm, cantante estadounidense de potente registro, para formar Foreigner. Era la época dorada para la onda disco en Studio 54 y el punk más energético de los Ramones, Patti Smith y Blondie en el CBGB.
Pero la ciudad que nunca duerme también fue testigo de cómo a Jones, McDonald y
Gramm, se unirían Al Greenwood, Ed Gagliardi y Dennis Elliot, dando vida a la
expresión más rockera del llamado movimiento AOR (Adult Orient Rock). En
síntesis, una banda mitad inglesa y mitad estadounidense, con un leve
predominio británico en su sonido. De ahí que su bautizo se leyera como
“Extranjero”.
Tal vez por lo mismo,
siempre sostuve -hasta hoy, incluso- que Foreigner representó el lado más crudo
y pesado de un sonido acuñado en y para Estados Unidos, cuyas expresiones más
relevantes fueron Journey, Toto, Survivior, Boston y Loverboy, estos últimos de
Canadá, aunque cada uno posea elementos distintivos y diferenciadores que los
hacen, por sí solos, caer en otras clasificaciones (¡qué tedio para los músicos!).
Pero Foreigner también representa
un ejemplo de reinvención a sus años de gloria, fines de los ’70 y casi toda la
década de los ’80, no importando el cambio de sus integrantes o el descalabro
de la industria discográfica que tanto les cooperó para vender millones de
copias con “4” (1981), “Agent Provocateur (1985) e “Inside Information” (1987).
El próximo 4 de abril,
Foreigner llegará por segunda vez al país -su debut fue en marzo de 2006 en
Espacio Riesco-, para presentarse en el Teatro Caupolicán, ofrecer un show
lleno de clásicos y mostrar la versión actual de la banda plasmada en “Can’t
slow down” (2009), un disco que no dista mucho en términos sonoros a sus
clásicos en los ’70 y ’80, pero que sabe al Foreigner del siglo XXI. En
síntesis, genuino hard rock sin apellidos ni etiquetas.
Estos son sus cinco
momentos a lo largo de 37 años.
Primera vida: Como sexteto, Foreigner
grabó una trilogía inolvidable que comenzó con su álbum homónimo de (1977),
seguido de “Double Vision (1978) y “Head Games” (1979). Aquí es posible hallar el sonido más rockero y
experimental con piezas como ‘Starrider’, ‘At war with the world’, ‘I need you’,
‘Tramontane’, ‘Cold as Ice’, ‘Blue Morning, Blue Day’ o ‘Love has taken its
toll’. Una etapa recomendable para cualquiera que no los haya escuchado nunca.
Cuarta vida: En 1992, Mick Jones y Lou
Gramm volverían a reunirse para retomar una carrera que los vio triunfar una
década antes. Se integran Bruce Turgon (bajo), Jeff Jacobs (teclados) y Mark
Schulman (batería). Editan Mr. Moonlight en 1994, pero la gira de promoción no se
completó por problemas de salud de Lou Gramm, a quien se le diagnosticó un
tumor cerebral del cual se recuperó satisfactoriamente tras una operación. Sin
embargo, el cantante quedaría con secuelas.
Quinta vida: Pese a que, en 1999, Gramm
regresó a la banda, su voz ya no era la misma y en 2004, tras diferencias irreconciliables
con Mick Jones, decide abandonar Foreigner. De esta forma, nacía la actual
versión de la banda, con el guitarrista como único integrante original, y la
llegada del cantante Kelly Hansen, el multiintrumentista Thom Gimbel (saxo, guitarra
rítmica, flauta traversa), Jeff Pilson (bajo), Michael Bluestein (teclados) y
Jason Bonham (batería), quien al tiempo sería reemplazado por Brian Tichy,
primero, y Chris Frazier después. Precisamente es esta versión la que
aterrizará en Chile el próximo 4 de abril.
Aclaración: esta crónica fue escrita originalmente para Radio Futuro, con motivo de la segunda visita de la banda a Chile en abril de 2013.
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