Estamos solos

Julio de 2012. Mucha agua pasó debajo del puente. Demasiado tiempo, diría. Mucho tiempo, en verdad. Hoy estamos finalizando octubre de 2016.
Debo reconocer que a veces me acordaba de este sitio y del momento en que me tocó escribir hasta decir basta todas mis desventuras de separado. Luego vendría el regreso y, bueno, cada vez que regresaba era para quejarme de todo y de todos. Era para lamentar un error mío o una pelea con Verónica. Bueno, hoy las peleas son más espaciadas, pero ahora se agrega un tercer elemento: mi hija, que también tiene su carácter... lo que se hereda no se quita.
El punto es que Verónica anda en la playa con su grupo de históricas y yo con la niña en la casa. Es de noche ya. Pasamos toda la tarde echados, intenté dormir, pero una fiesta en el colegio contiguo al condominio no me lo permitió. Ayer tarde terminé de ver una película en Nexflix y me costó conciliar el sueño.
Mañana es día de votaciones municipales. Será la primera vez en 5 pasadas que no soy vocal de mesa... ya estaba bueno. Así que no tengo apuro en madrugar para abrir la mesa 28 del local de votación. Ya tengo a mis candidatos porque, aunque no lo crean, seguiré ejerciendo mi derecho. No me nace quedarme acostado y reclamando. Entonces, sino votas... no opines después de las autoridades que tenemos. Básico.

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